¿Lo sabemos todo de la música para el audiovisual?
En una sociedad inmersa en el exceso de información, puede dar la sensación que ya nos queda poco por conocer. Que la inteligencia artificial irá sustituyendo poco a poco a la natural, y que basta con teclear una breve orden para que en nuestra pantalla aparezca un texto, de extensión y características variables, con un relato coherente (eso ya empieza a dar un poco de miedo) que nos resuelve cualquier laguna de conocimiento que tengamos. Pero la realidad es otra. La máquina se nutre (y seguirá haciéndolo) de los conocimientos que año tras año le hemos ido aportando los seres humanos, ansiosos por conocer, curiosos por naturaleza.
Algunos, además, nos dedicamos profesionalmente a eso que llaman "investigación". Y claro, en cuanto aparece la palabra "investigación", nuestro imaginario común empieza a generar imágenes mentales de personas con bata blanca, rodeados de probetas, complejos instrumentos de precisión y, en el peor de los casos, envueltos en medidas de seguridad extremas para evitar daños a su salud e integridad física. Pero los investigadores "de Letras", también existimos. Y nuestro imaginario, aunque pueda resultar más "vintage" (ahora que está de moda) es igual de científico. Archivos estatales, municipales, personales, colecciones privadas, testimonios orales... están repletos todavía de temas inexplorados, o explorados parcamente.
De izquierda a derecha: 1. Edición discográfica del jingle publicitario del jabón Heno de Pravia. / 2. Jaime Pérez, contrabajista y compositor de numerosos jingles publicitarios, ... y alguna banda sonora. / 3. Una de las ediciones discográficas japonesas de las canciones de cine de Marisol, cantando en japonés temas de Augusto Algueró. / 4. Cuento El timbaler del Bruch, con música de Josep Casas i Augé, y texto de Josep María Espinàs.
Cuando empecé en 1988 a investigar en el ámbito de la música para el audiovisual, (casi) todo era nuevo. El mayor referente bibliográfico sobre música para cine que mis maestros me recomendaban era La música y el cine, coescrito por Theodor Adorno y Hanns Eisler, un libro que deja a la altura del betún la música para cine y quienes componen para ella. ¡Menudo referente! (prometo hablar un día de los «referentes bibliográficos») Y durante todos estos años, aunque hemos mejorado mucho, siguen apareciendo temas de investigación nuevos, inéditos.
Consciente de que será imposible que yo solo vaya a abordar todos esos temas en profundidad, decidí hace ya tiempo que lo más oportuno era poner la primera piedra de alguno de ellos, compartir lo poco que sé, para que otros, desde cualquier rincón del mundo, puedan seguir el hilo de mis investigaciones. Cuando uno pasa de los cincuenta toma consciencia de algo: estadísticamente le queda por vivir menos de lo que ha vivido. Y no es pesimismo; es una realidad que se rompe solo en centenarias ocasiones.
Mi obligación, porque creo que lo es, es abonar el terreno proporcionando a las nuevas generaciones pistas, materiales, temas en definitiva, susceptibles de ser abordados con mayor profundidad de la que van a tener en las líneas de esta sección que hoy nace. Muchos serán temas que se consideran «menores», alejados del «impacto» que el sistema académico obliga a perseguir con ahínco, sin darse cuenta (o dándosela, pero como si no) de que los temas de más impacto son los más comerciales, y que eso condena al ostracismo académico temas interesantes.
Cadencia suspensiva será, en líneas generales, eso. Primeras piedras de pequeñas (o no tan pequeñas) investigaciones en torno a la música para el audiovisual (con especial atención al audiovisual español tan injustamente denostado a veces) que estoy convencido que son merecedoras de la atención de la comunidad "científica", a la que yo prefiero llamar académica, si no os importa. Sin prisa, pero sin pausa. Sin una regularidad preestablecida, y por el puro placer de compartir, iré desgranando breves apuntes sobre personajes y temas olvidados, dejando abierta la puerta para que otras personas prosigan con las pesquisas de todo aquello que aquí terminará, por definición, en una cadencia suspensiva.
Josep Lluís i Falcó, marzo de 2023